jueves, 15 de diciembre de 2016
Rescatemos nuestros sueños
Esta es un invitación a hacer un alto, a respirar profundo y mirar lo que nos rodea... Estamos por terminar un año e iniciar otro y tal vez sea tiempo para darnos cuenta de las cosas realmente importantes...
¿Cuales son tus sueños...tus ideales... qué le dá sentido a tu vida?
A veces, preocupados por sobrevivir económicamente, dejamos a un lado muchos sueños de juventud y después los olvidamos en algún oscuro rincón de la mente y los recuerdos... a veces, sin darnos cuenta...los dejamos morir lentamente, ignorando su llamado de auxilio.
Yo creo que nuestros sueños son la esencia de nosotros mismos y que cada vez que dejamos morir un sueño una parte de nuestra fuerza interior se debilita, y se nos van apagando las miradas y las sonrisas.
No se trata de culparnos y sentirnos avergonzados por lo que no hemos logrado o hecho, simplemente es un llamado para descubrir dónde se han escondido nuestros anhelos y reanimar a los que estén en terapia intensiva... e incluso resucitar a los que parecen haber muerto, porque una característica de los sueños es su capacidad de sobrevivir a cualquier cosa y, aún sin que los alimentemos ni los cuidemos, suelen aletargarse y permanecer quietos y silenciosos, respirando apenas,pero ansiosos por tu mirada y tu ayuda para despertar y revivir.
Yo he descubierto incluso sueños desconocidos, sueños recién nacidos o que despiertan de repente al mundo, ante nuestros ojos sorprendidos por descubrir que muchos sueños nos habitaban y que ese malestar, esa tristeza, ese enojo no eran otra cosa que la señal de no dejarlos expresarse en nuestras vidas.
Por eso, este blog de fin de año te propone que te dediques a recuperar los sueños perdidos, a reparar los sueños rotos y a edificar esa realidad que tanto deseas. No esperes más y empieza hoy a acariciar, a reconocer, a enseñar a caminar, a mostrar como aprender y a lograr que tus sueños descubran la manera de expresarse.
La mejor manera de hacerlos aparecer es abrir un viejo álbum de fotos de infancia y juventud, y mirar a los ojos de ese pequeño que fuiste y recordar lo que imaginabas que llegarías a ser de grande.
Otra forma es reunirse en familia o con amigos y recordar juntos aquellas pláticas donde contabas tus planes... pero no te sientas desanimado o triste si no los has logrado... aún hay tiempo, no es demasiado tarde... solo te sugiero que lo intentes, que te des la oportunidad y que decidas correr el riesgo de darte cuenta de que, detrás de ese aparente fracaso o de esos sueños inconclusos e incluso de sueños que al parecer te llevaron a lugares que no querías descubrir... todo lo que ha pasado tiene un sentido.
Intenta armar ese rompecabezas sin miedo y sin culpa, observa lo que has hecho y lo que has dejado de hacer... decide hacia dónde te gustaría encaminarte y adelante, déjanos acompañarte en tu aventura.
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